miércoles, 1 de diciembre de 2010

66º Festividad Quinquenal de Peregrinación a Trujillo

Madre Virgen del Socorro, dulce nombre en tierra y mar; aquí estamos acompañado con cariño tu peregrinar del 1 al 19 de diciembre 2010.

Hoy recibimos a la mamita de Huanchaco en el óvalo en una paraliturgia que se realizó luego de la santa misa en el Hospital regional. La jornada fue completa empezando con el recibimiento de la diablada, luego llegó el Señor de Huamán.

Participaron las autoridades que Trujillo que le ofrecieron las condecoraciones más altas de la Municipalidad, a cargo de la regidora Gloria Montenegro, y de la región, a cargo del presidente José Murgia.

En el momento del Evangelio Monseñor Javier Travieso nos recordó el amor tan grande de María, de Jesús y de Dios, porque es cierto que el amor de Dios es el más grande y nosotros le devolvemos con adoración (sólo a Dios) y veneración, como la que ofrecemos a la Virgen en esta ocasión.

Las ofrendas de la paraliturgia fueron muchas de distintas autoridades cívicas y académicas de Trujillo, como al ex directora de la I.E. Perpetuo Socorro, Julia Geldres, o el representante de la Universidad Privada Antenor Orrego, Victor Chanduvi, entre otros.

El coro cantó las tres estrofas del himno a la mamita con mucho entusiasmo, así como las demás canciones de la paraliturgia: piedad, aleluya, ofertorio... Algunos nos quedamos a la procesión que llevó a la Virgen hasta su lugar de pernocta, el templo santa Ana.
RESEÑA de sus milagros

Los milagros obrados durante los 473 años por la sagrada imagen de nuestra Señora del Socorro de Huanchaco son muchísimos, contándose entre los principales.
  1. Milagro de su llegada a Huachaco. Curación de una muda de nacimiento -1537
  2. Salva a Huanchaco de la furia del mar -1584
  3. Salva a Trujillo de la peste bubónica y plaga de insectos -1674
  4. Defiende a Trujillo de la invasión de los piratas -1778
  5. Cura a una niña desahusiada en el Hospital Belén
  6. Cura una dolencia al presidente Manuel Prado...
ORACIÓN

¡Santísima Virgen Candelaria del Socorro, madre dulcísima de mi corazón! ¡Quién me dijera Señora, que a tus plantas pudiera aquí permanecer para siempre, cantando tus amores noche y día, y ensalzando con amor tu santo y benditísimo nombre!

... Pero, pues a otra parte me llaman las exigencias y el deber. Concédeme Virgen Santísima Candelaria del Socorro, que contigo quede aunque de aquí me voy. Dame tu bendición Madre Santísima Candelaria del Socorro; a ti me entrego, reina del cielo, me consagro todo de ti, y confío y deposito en tu corazón mis esperanzas, mis consuelos, mis tristezas, la vida y la muerte, el tiempo y la eternidad... Amén.

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