viernes, 20 de marzo de 2009

video del Perú

amig@s.
para ustedes que les gustan las novedades, un videito para que practiquen también su inglés... y no se olviden de mandar sus comentarios.

jueves, 5 de marzo de 2009

La expresión oral


El primer paso de la comu-nicación en los niños es la expresión oral, ya que ellos no leen ni escriben, por eso es muy importante que los niños hablen bien antes de empezar a enseñarles a escribir.

La expresión oral está relacionada directamente con los aspectos fónico, semántico y sintáctico.

A) En el primer aspecto se deben ejercitar los hábitos de entonación y pronunciación. No todas las palabras se pronuncian con la misma intensidad ni se entonan de igual forma, sino que dependen, por ejemplo, de la colocación de los acentos, de la intención del hablante, etc.
B) En el aspecto semántico, se debe buscar la utilización del vocabulario adquirido, por los niños y su constante incremento. Se recomienda la descripción, la conversación, dramatizaciones, etc. (Lozano, 1991)
C) Para el desarrollo del aspecto sintáctico se sugiere ejercicios de transformación, que consisten en agregar, suprimir o remplazar las palabras de ciertas oraciones por otras, procurando conservar el sentido; puede incluso, cambiar unas palabras por sinónimos, alterar el orden de los elementos de la oración, etc.

La expresión oral acelera el desarrollo integral del niño facilitando sus adquisiciones en los distintos campos del aprendizaje. Por ello el docente estimulará permanentemente, ofreciendo al niño: Variedad de experiencias directas, oportunidades para comunicarse verbalmente, ambiente adecuado (físico, psicológico y afectivo) y, modelos lingüísticos correctos (Ministerio de educación, 1984).

Bibliografía
LOZANO, Saniel. (1991). Los senderos del lenguaje. Ed. Libertad E.I.R.L.: Trujillo.
MINISTERIO DE EDUCACIÓN. (1984). Guía metodológica integrada de aprestamiento. Dirección de educación inicial: Lima.

TRASTORNOS DEL ESQUEMA CORPORAL

En estos trastornos se diferencian dos grupos:
- los trastornos referentes al "conocimiento y representación mental del propio cuerpo"
- los trastornos referidos a la "utilización del cuerpo". Dentro de este grupo de trastornos, encontramos:

ASOMATOGNOSIA: el sujeto es incapaz de reconocer y nombrar en el cuerpo o alguna de sus partes. Suele esconder alguna lesión neurológica. La Agnosia digital es la más frecuente en los niños: éste no es capaz de reconocer, mostrar ni nombrar los distintos dedos de la mano propia o de otra persona.

TRASTORNOS DE LA LATERALIDAD: estos trastornos son, a su vez, causa de alteraciones en la estructuración espacial y, por tanto, en la lectoescritura.

Los más frecuentes son:
A) Zurdería contrariada, cuando por influencias sociales pasa a encubrirse con una falsa dominancia diestra.
B) Ambidextrismo: el niño utiliza indistintamente los dos lados de su cuerpo para realizar cosas.
C) Lateralidad cruzada: cuando el niño no tiene una lateralidad claramente definida, hay que ayudar a resolverlo en algún sentido.

Pregunta: ¿Es malo que mi hijo sea zurdo?
Respuesta: Salvo la incomodidad práctica (los objetos cotidianos están diseñados para diestros) no hay ninguna razón para pensar que los niños zurdos tengan que tener trastornos de aprendizaje, de lenguaje o de inteligencia.
El problema surgirá en aquellos niños a los que, aunque su tendencia natural consiste en utilizar su mano izquierda, la familia o la escuela se lo prohibe, castigándoles normalmente por ello, por lo que generalmente escriben y comen con la derecha y realizan el resto de las actividades con la mano, ojo y/o pie izquierdos. Son los zurdos contrariados los cuales tienen una lateralidad mal establecida (no homogénea), la cual ha sido considerada tradicionalmente como la responsable de desórdenes múltiples: tartamudeos, dislexia, trastornos del carácter, enuresis, tics, calambre del escritor, etcétera, pero con los que no se ha podido establecer una relación causal (Soubiran y Coste, 1989).

Pregunta: ¿Se puede cambiar la manualidad de izquierda a derecha?
Respuesta: Si, pero tomando las siguientes precauciones (Hildreth, 1949, 1950):
a) El niño tiene menos de 6 años.
b) El niño utiliza sus manos indiferentemente con un índice de ambidextría elevada.
c) El niño acepta el cambio.
d) El período de adaptación no provoca la aparición de trastornos secundarios.
e) El nivel de inteligencia es normal o elevado.

Mientras más pronto detectemos el trastorno, menos sufrirá el niño y su familia.

¿Quieres saber más? Lee “El desarrollo psicomotor y sus alteraciones: Manual práctico para evaluarlo y favorecerlo”, de Pilar COBOS, 1997, Ed. Pirámide, Colección “Ojos solares”, Madrid.