domingo, 8 de mayo de 2011

Feliz día de la madre 2011

Hoy como siempre empezamos con nuestra misa de 7 am. A la izquierda del altar mayor estaba la Virgen de Fátima, pues se aproxima su fiesta (ver foto). La cola para recibir la comunión fue bastante más larga que otros domingos.

¿Qué cantamos?

Entrada: Alegre la mañana. El piedad fue solemnemente rezado por el padre José Luis. Gloria: Gloria al Señor. Salmo cantado: Me refugio en Ti. Aleluya: Aleluya, el Señor es nuestro rey. Ofertorio: Señor te ofrecemos el vino y el pan. Santo: Santo de los querubines. Paz: Cordero del mundo. Comunión: El peregrino de Emaús y Hoy he vuelto. Salida: El trece de mayo y Madre de los jóvenes.

Más tarde fui al camposanto Parque Eterno con mi tía Nelly a dejar flores a mi abuelita, las rosas rosadas que siempre le gustaban.

El padre César cedió la homilía a Gonzalo... su primera homilía en el camposanto como diácono, ¡qué orgullo!, lo pueden apreciar en las fotos. En la última foto pueden ver la multitud congregada y al fondo los músicos (destaca al piano Carlos Paredes)

¿Qué se cantó?
Entrada: Juntos como hermanos. Piedad: Tú que siempre nos perdonas. Gloria: Gloria al Señor. Aleluya: Aleluya canon. Ofertorio: Soy todo para ti. Santo: Santo vals. Paz: Oh Cordero de Dios. Comunión: Como no creer en Dios y Vaso nuevo. Salida: Hoy he vuelto.

Retrato de una Madre (Monseñor Ramón Jara)

Hay una mujer que tiene algo de Dios por la inmensidad de su amor,
y mucho de ángel por la incansable solicitud de sus cuidados;
una mujer que siendo joven, tiene la reflexión de una anciana,
y en la vejez, trabaja con el vigor de la juventud.

Una mujer que si es ignorante, descubre los secretos de la vida con más acierto que un sabio,
y si es instruida, se acomoda a la simplicidad de los niños;
una mujer que siendo pobre, se complace con la felicidad de los que ama,
y siendo rica, daría con gusto todo su tesoro por no sufrir en su corazón la herida de la ingratitud.

Una mujer que siendo vigorosa, se estremece con el llanto de un niño, y siendo débil se resiste con la bravura de un león.
Una mujer que, mientras vive, no la sabemos estimar, porque a su lado todos los dolores se olvidan; pero después de muerta daríamos todo lo que somos y todo lo que tenemos por mirarla de nuevo un solo instante, por recibir de ella un solo abrazo, por escuchar un solo acento de sus labios.
Y todo ésto es apenas un boceto del retrato de una madre.

A MI MADRE (me lo envió Monseñor Ronald La Barrera, aunque no sé si es de su autoría)

Tus brazos siempre se abrían cuando quería un abrazo. Tu corazón comprendía cuándo necesitaba una amiga. Tus ojos tiernos se endurecían cuando me hacía falta una lección. Tu fuerza y tu amor me guiaron y me dieron alas para volar.

Eres la única persona del mundo, que siempre está de forma incondicional. Si te rechazo, me perdonas. Si me equivoco, me acoges. Si los demás no pueden conmigo, me abres una puerta. Si estoy feliz, celebras conmigo. Si estoy triste, no sonríes hasta que me haces reír. Eres mi amiga incondicional.

Una madre es capaz de dar todo sin recibir nada. De querer con todo su corazón sin esperar nada a cambio.Una madre sigue teniendo confianza en sus hijos cuando todos los demás la han perdido.
Mi madre encuentra la felicidad cuando yo la encuentro. Cuando yo vivo algo hermoso, lo vive a través de mi experiencia. Mi madre reza por mí, incluso cuando yo sólo rezo por mi mismo. Mi madre me daría el mundo entero si fuese capaz. Gracias Mamá.

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