El jueves pasado, durante el ensayo, llegó el equipo de grabación de la Facultad de ciencias de la comunicación que están filmando videos institucionales; pero en este instante estábamos ensayando un tema que aún no nos salía bien... les dijimos que regresaran dentro de media hora y seguimos ensayando.
Pasaron los minutos y Reina, la mamá de Jacky, nos dio una gran sorpresa al llegar con sanguchitos y gaseosa... y nos cayó de perilla, porque como ustedes sabrán nuestros ensayos terminan más de las nueve de la noche.
Ella nos agradecía a nosotros por cantar en la misa y nosotros le agradecíamos por el refrigerio y por haber compartido a su hija con nosotros. En resumidas cuentas, ambos nos habíamos beneficiado con esta grata relación y ambos nos dábamos las gracias... GRATITUD.
Es tan bonito cuando expresamos nuestra gratitud.
Más tarde volvieron los chicos de ciencias de la comunicación y nos encontraron de mejor disposición, bien comidos y mejor ensayados; así que la filmación, aunque bastante espontánea se dio en un mejor marco.
El sábado continuamos ensayando, pero en grupos pequeños. Eso permite tener una visión más exacta de la sonoridad y ritmo del coro, pero es un tanto aburrido para los que no están cantando... PACIENCIA.
Más tarde volvieron los chicos de ciencias de la comunicación y nos encontraron de mejor disposición, bien comidos y mejor ensayados; así que la filmación, aunque bastante espontánea se dio en un mejor marco.
El sábado continuamos ensayando, pero en grupos pequeños. Eso permite tener una visión más exacta de la sonoridad y ritmo del coro, pero es un tanto aburrido para los que no están cantando... PACIENCIA.
Vemos así que en algunas oportunidades nuestro esfuerzo no se nota, sino hasta que nos enfrentamos a un reto grande. Si apreciamos el dibujo de la izquierda, reflexionamos acerca de cómo algunas veces nos "colgamos" de personas que ya saben la canción o que cantan mejor los agudos que nosotros, pero también ellos se cansan y pueden hacer que nos "descolguemos de ellos".
Eso no es malo, sino que ellos desean que nosotros cantemos por nosotros mismos, OJO, no lo tomemos como algo personal. No somos nosotros los haraganes o los arrítmicos, sino que en un inicio es natural "colgarse" de los que más saben; pero es nuestro deber aprender todo como si fuéramos a ser parte de un cuarteto.
Procuremos esforzarnos en todo lo que hacemos para no sólo quedar bien, sino también sentirnos cómodos con nuestros logros. Todos tenemos potencialidades y si estamos en el coro es porque nos seleccionaron de un gran grupo de personas, tenemos oído, ritmo, voz, etc. que nos acreditan como merecedores del puesto que tenemos.
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