Todo el mundo sabe que si uno ahorra y trabaja duro puede comparar una refrigeradora, un bonito departamento, etc, pero hay cosas que cuestan mucho, pero no dinero, sino corazón, esfuerzo y satisfacciones.
Cuando dejamos de ser los primeros para ser los segundos o los últimos, como darle a un invitado la presa que nos gusta, o reirnos 20 veces de los chistes de nuestra tía viejita que tiene Alzheimer. Es así, cuando pensamos en el bien común y aceptamos que estamos equivocados o pedimos perdón o damos de lo que nos falta, no de lo que nos sobra.
Ojalá que ayer 28 no hayas hecho bromas pesadas, de esas que parecen bullying, sino de las bromas buenas, donde ambas partes de ríen: como invitarle agua en copa a un abstemio, o sacar a pasear al perro que nadie quiere sacar... esa bromas más que bromas son favores y no es necesario que sea día de los santos inocentes o que sea navidad para darlos.
Silvio Rodriguez en el video al final de esta entrada nos recuerda la locura del amor de Dios al enviar a su único hijo como bebecito desprotegido, pero también nos alerta del consumismo, esa compulsiva forma en que a veces vemos la navidad, un toma y dame de cosas compradas sin sentido, que a veces ni gustan, cuando lo que esperamos es el reconocimiento por nuestro trabajo bien hecho, una felicitación por una canción bien interpretada, una palmadita por haber sido puntuales, etc.
Ejemplos de regalos que más cuestan: hacer cosas lindas por tu ciudad (mañana es día de Trujillo y podrías regar las plantas de algún jardín público), orar de la mano con alguien que no escucha bien, leerle la Biblia a alguien que no ve bien, ir a misa con alguna persona que no puede desplazarse caminando, bañar o cambiarle el pañal a alguien que no puede hacerlo solo, cantar una canción que no te gusta pero le alegrará el día a un ser querido, cortarte el pelo para "hacerle la taba" a un amigo con cáncer, ofrecerte a hacer algo que no te gusta pero sabes que a otra persona la hará feliz (por ejemplo a mí no me gusta barrer, prefiero trapear)... si se te acaban las ideas remítete a las obras de misericordia (también puedes preguntarte qué haría san Francisco de Asís)
Un abrazo fuerte a todos nuestros lectores que hacen del mundo un lugar mejor con su música para el alma, con sus manos labrando palabras en el teclado con bondad... para todos ellos nuestro cariño. Y para los que no tienen ganas de ir por la vida haciendo el bien, pues les decimos que lo intenten porque una vez que lo empiezan a hacer, van a querer seguir haciendo cosas buenas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario