Ayer fuimos a la misa de salud de Alejo Chang, no sólo porque es una buena persona que ha dado mucho de sí para la colonia china, sino porque su don de gente tranquila y bonachona le ha ganado el respeto como político y como profesional.
La primera lectura extraída del 1er libro de Samuel (3,3b-10.19) nos recordaba ese pasaje de Samuel chiquillo viviendo en el Templo acompañando al sacerdote Elí y entonces Dios lo llama, pero él pensaba que era Elí, hasta que Elí se da cuenta de ello y le dice: "Ve a acostarte, y si alguien te llama, tú dirás: Habla, Señor, porque tu servidor escucha"... y el resto ya lo saben ustedes.
Luego el bello salmo fue el 39 ¡Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad! que también nos señala que debemos ser fieles a nuestros llamado, Él nos llama a servirle donde estemos: en el Templo, en el campo, en la universidad, en la tarima del concierto, etc.
Y el Evangelio de san Marcos (1,29-39) nos relata la sanación de la suegra de Pedro y como ese pequeño incidente hace que la ciudad entera acuda a Jesús buscando solución a sus necesidades.
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