Diversas personalidades del clero, cuidadosamente seleccionadas, mostraron sus puntos de vista acerca de la pasión de Cristo.
Dichas reflexiones tuvieron como marco a destacados músicos del INC y al coro UPAO. Nos dirigió Luis Benites.
Por la noche, ya en la parroquia san Antonio de Padua, se realizó la solemne Liturgia de la pasión y muerte de Jesús, luego la Adoración de la santa cruz y limosna para tierra santa.
JUSTICIA Y PERDON REFLEJAN LAS PALABRAS DE CRISTO EN LA CRUZ
Fotos y texto por: Karyna de Orbegoso Montoya
En la primera palabra: “Padre perdónalos, por que no saben lo que hacen”, el R.P. Ricardo Angulo Bazauri dijo que Jesús al ser crucificado nos enseñó: “Amar incluso a los enemigos, ya que oró por los que lo persiguieron. Desde la cruz, sufriendo injustamente. Muere sin resentimientos e intercede incluso por sus verdugos, mostrándonos una vez más que lo que hizo en su muerte, lo enseñó a lo largo de toda su vida”.
Por su parte, el arzobispo de Trujillo, monseñor Miguel Cabrejos, al reflexionar sobre la segunda palabra: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”, fue claro al señalar que el diálogo humilde y sincero del ladrón arrepentido crucificado junto aJesús, nos enseña la necesidad de dirigirnos a Dios, con fe, confianza, con gestos y también con palabras.
“Hay que dialogar siempre con Dios y con la familia. El silencio en el hogar desintegra, destruye. No apaguemos el derecho de dialogar con Dios y con nuestros seres queridos. No importa donde nos encontremos: en el caos del mal, en búsqueda, en crisis o en armonía con los demás (…) siempre hay que tener un encuentro personal con El”, manifestó.
Luego, Sor Elizabeth Rita Mereu, al interpretar la tercera palabra: “Mujer, he aquí a tu hijo. Hijo aquí tienes a tu madre”, explicó que “Se trata de un bello ejemplo de generosidad divina. En ese momento tan difícil, Él compartió con humanidad a su Madre, por eso siempre María nos conducirá a su Hijo”.
En la reflexión de cuarta palabra “Dios mío. Dios mío ¿Porqué me has abandonado”, el R.P Ruperto García Romero manifestó que Jesús también se sintió solo. Sin embargo, después de morir y resucitar, aún está intercediendo por los sufrimientos de nosotros”.
En su momento, el laico Álvaro del Río Alegría, al reflexionar la quinta palabra “Tengo Sed”, refirió que la sed de justicia de Jesús, crucificado sin que exista argumento, nos enseña a ser justos y equitativos. Sed de justicia –agregó– significa también distribuir lo mucho o poco que tenemos con igualdad entre el prójimo porque nada nos llevaremos de la tierra.
Luego el R.P. José Francisco Montero, al meditar la sexta palabra: “Todo está consumado” precisó que esta frase nos invita a reflexionar sobre nuestra vida. “El tiempo pasa y la vida se nos escapa. La vida es pronta, hay que prepararse para dar lo mejor de nosotros mismos”.
La sétima palabra. “Padre en tus manos encomiendo mi espíritu”, el R.P. Marcos Pacherres señaló que Jesús en su última palabra no solo nos enseñó a vivir sino también a morir. “Con su muerte en la cruz, nos indicó también que en ella está la salvación”.
Luego, Sor Elizabeth Rita Mereu, al interpretar la tercera palabra: “Mujer, he aquí a tu hijo. Hijo aquí tienes a tu madre”, explicó que “Se trata de un bello ejemplo de generosidad divina. En ese momento tan difícil, Él compartió con humanidad a su Madre, por eso siempre María nos conducirá a su Hijo”.
En la reflexión de cuarta palabra “Dios mío. Dios mío ¿Porqué me has abandonado”, el R.P Ruperto García Romero manifestó que Jesús también se sintió solo. Sin embargo, después de morir y resucitar, aún está intercediendo por los sufrimientos de nosotros”.
En su momento, el laico Álvaro del Río Alegría, al reflexionar la quinta palabra “Tengo Sed”, refirió que la sed de justicia de Jesús, crucificado sin que exista argumento, nos enseña a ser justos y equitativos. Sed de justicia –agregó– significa también distribuir lo mucho o poco que tenemos con igualdad entre el prójimo porque nada nos llevaremos de la tierra.
Luego el R.P. José Francisco Montero, al meditar la sexta palabra: “Todo está consumado” precisó que esta frase nos invita a reflexionar sobre nuestra vida. “El tiempo pasa y la vida se nos escapa. La vida es pronta, hay que prepararse para dar lo mejor de nosotros mismos”.
La sétima palabra. “Padre en tus manos encomiendo mi espíritu”, el R.P. Marcos Pacherres señaló que Jesús en su última palabra no solo nos enseñó a vivir sino también a morir. “Con su muerte en la cruz, nos indicó también que en ella está la salvación”.
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