miércoles, 6 de mayo de 2009

JUVENTUD FRANCISCANA 1


MIEMBROS

Los integrantes de la JuFra son jóvenes que viven y trabajan en el mundo no son monagillos ni seminaristas, son llamados por el Espiritu Santo a hacer la experiencia de vida a la manera de San Francisco de Asís y su espiritualidad, que hacen en fraternidad una experiencia de vida cristiana. Profundizan en su propia vocación con el acompañamiento de la Familia Franciscana, sea con los religiosos OFM o los seglares OFS.

FORMACION Y ACTIVIDADES

La JuFra dependiendo de su carisma y el lugar de sus actividades, tienen reuniones periódicas generalmente de al menos una reunión semanal oficial, pero puede tener apostolados en otros días determinados.

Los jóvenes pueden ser también misioneros y acompañar a los frailes o a las hermanas en diferentes actividades, las actividades privilegiadas son:

a) Misiones
b) Coro juvenil
c) Apostolados con enfermos, huérfanos, ancianos
d) Catecismo
e) Labores humanitarias y de apoyo social
f) Participación en periódicos y revistas
g) Participación en actividades ecológicas
h) Deporte
i) Vocaciones
j) Liturgia

Durante la formación, que ocurre semanalmente, los miembros estudian la Biblia, los documentos de San Francisco de Asís, el catecismo y la espirtualidad franciscana en general. Acrecientan su formación humana, cristiana y franciscana.

MIEMBROS ACTIVOS

Los miembros comprometidos deben haber permanecido en la JuFra por lo menos un año y al cabo de este año pueden hacer una promesa de vivir conforme al Evangelio y específicamente conforme a la espiritualidad franciscana, en este momento reciben su Tau y comienzan su trayectoria como miembros comprometidos.

CEREMONIA DE INICIACION

El rito de la promesa se desarrolla durante la celebración de la misa. Se celebra la misa correspondiente del día, o si lo permiten las rúbricas, la Votiva de San Francisco de Asís u otra apropiada. Preferentemente el 3 ó 4 de Octubre, en la festividad de San Francisco.

Si no es posible celebrar la misa, se realiza el rito dentro de una Liturgia de la Palabra. Si parece oportuno se puede con una lectura del Evangelio y una lectura Franciscana. (Se sugiere: Mt 10, Iss.).

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