sábado, 2 de junio de 2012
1ro de junio: día de Helen Keller
En 1971, la Junta directiva de Lions Clubs International declaró que el 1.º de junio se recordaría como el Día de Helen Keller. Ese día, los Leones del mundo entero ponen en marcha proyectos de servicio relacionados con la vista.
Helen Keller Nacio en Tuscumbia, Alabama, Estados Unidos en 1880. A los 18 meses de edad, tuvo una fiebre que la dejó ciega y sorda.
Con la ayuda de una maestra excepcional, Anne Mansfield Sullivan de la escuela para ciegos llamada Perkins School for the Blind, Helen Keller aprendió el lenguaje de señas y el sistema braille. Algunos años más tarde, aprendió a hablar. Al llegar a la adultez, se convirtió en una incansable defensora de las personas con discapacidades. En 1925, Keller participó en la Convención Internacional de Clubes de Leones y desafió a todos sus socios leones a convertirse en "paladines de los ciegos en la cruzada contra la oscuridad".
Los Leones aceptaron su desafío y, desde ese momento, en sus actividades siempre se han incluido programas de la vista destinados a combatir la ceguera evitable, es por ello que los leones y leos se les denominan paladines de los ciegos en la cruzada contra la oscuridad.
Discurso de Helen Keller pronunciado en la Convención Internacional de 1925
Cedar Point, Ohio, EE. UU.
30 de junio de 1925
Estimados Leones y damas:
Supongo que habrán escuchado la leyenda que representa a la oportunidad como una dama muy caprichosa, que golpea todas las puertas una sola vez, y si no abrimos la puerta rápidamente, ella sigue su camino y nunca más regresa. Y así es como debe ser. Las damas hermosas y atractivas no esperan. Hay que ir por ellas cuando se presenta la ocasión.
Yo soy esa oportunidad. Estoy golpeándoles la puerta. Deseo ser adoptada. La leyenda no dice qué tenemos que hacer cuando se presentan varias oportunidades hermosas ante la misma puerta. Supongo que hay que escoger a la que uno más ama. Espero ser la que ustedes quieran adoptar. Aquí, yo soy la más joven, y lo que ofrezco viene repleto de espléndidas oportunidades de servicio.
La Fundación Estadounidense del Ciego tiene apenas cuatro años. Nació producto de las necesidades imperiosas de los ciegos, y los mismos ciegos le dimos existencia. Sus horizontes de acción y su importancia son nacionales e internacionales. En ella se representan los mejores y más eruditos pensamientos sobre el tema que nos ocupa. Su finalidad es hacer que la vida tenga mayor sentido para los ciegos, aumentando sus posibilidades económicas y ofreciéndoles el placer de una actividad diaria normal.
Imagínense cómo se sentirían si de repente hoy quedaran ciegos. Imagínense dando tropiezos y andando a tientas a plena luz del día como si fuera de noche; sus trabajos, su independencia, perdidos para siempre. En ese mundo de tinieblas, ¿no estarían contentos si algún amigo los tomara de la mano y les dijera: "Ven conmigo y te enseñaré cómo hacer algunas de las cosas que podías hacer cuando veías"? Esta es la clase de amigo que la Fundación Estadounidense del Ciego se propone ser para todos los ciegos de este país, si todos los videntes le brindan el respaldo que debe tener.
Todos ustedes han escuchado cómo una pequeña palabra formada con los dedos de otro, cómo un rayo de luz nacido en otra alma llegaron hasta la oscuridad de mi mente y pude hallarme a mí misma, hallar el mundo, hallar a Dios. Yo puedo trabajar por mí y por los demás porque mi maestra pudo entenderme y logró irrumpir en la oscuridad, la prisión del silencio en que me encontraba. Más que el dinero, queremos su atención. El regalo que no está acompañado del interés y las buenas intenciones de quien lo obsequia carece de valor. Si ustedes tienen interés de ayudar a los ciegos, si podemos conseguir que todos en este gran país desarrollen ese interés, el ciego sin duda triunfará sobre la oscuridad.
Leones, la oportunidad que yo represento es la siguiente: la de promover y patrocinar el trabajo de la Fundación Estadounidense del Ciego. ¿No me ayudarían ustedes a alcanzar el día en que ya no exista la ceguera evitable?; ¿a que no haya niños sordos o ciegos que carezcan de enseñanza?; ¿a que no exista un solo hombre ciego ni una sola mujer ciega que no reciban ayuda? Yo les suplico, Leones, a ustedes que pueden ver y oír, a ustedes que son fuertes, valientes y bondadosos. ¿No les agradaría transformarse en paladines de los ciegos en esta cruzada contra la oscuridad?
Se los agradezco.
Helen Keller
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