Counselling

El Counselling es definido como un proceso interactivo en el que se da una relación de ayuda, cuando una persona se encuentra desorientada o desbordada por una situación vital difícil o estresante. Así, el sujeto que recibe la ayuda se encuentra desorientado por dicha vivencia y no encuentra recursos para afrontarlo o cambiar su conducta. Pero el hecho de que no encuentre los recursos adecuados no significa que carezca de ellos o que no sea capaz de generarlos, simplemente no tiene el clima adecuado. En este sentido, mediante una relación de ayuda basada en la interacción, el profesional intenta crear un clima e iniciar un diálogo con el sujeto que suscite en él procesos de autoayuda. De esta forma se trata de que sea la propia persona la que explore su situación y sus problemas y sea capaz de ofrecer alternativas a la situación conflictiva actual, activando siempre su propia iniciativa y responsabilidad.

En definitiva, el counselling es el arte de hacer reflexionar a una persona, por medio de preguntas, de modo que pueda llegar a tomas de decisión que considere adecuadas para él y para su salud.

Las habilidades de comunicación (SUGERENCIAS)

1) Empatía. Para ayudar a otro a entender su conducta, es necesario acercarse lo más posible a ver el mundo como lo ve esa persona. Esto no significa llorar o enojarse juntos, sino ser capaces de comprender lo que la otra persona siente

2) Reflejar para dar muestras de que se ha entendido. Repetir escueta y claramente el mensaje nos ayuda a demostrar a la persona y a nosotros mismos que hemos entendido en su mensaje.

3) Escuchar. Hay que atender y oír lo que el sujeto quiere saber. Como hemos dicho
anteriormente, implica no sólo callar sino estar atento a percepciones y sentimientos del otro, así como a sus necesidades de información.

4) Evitar mentir. Ello implica el respeto hacia la persona. Cuando mentimos, aun con la buena intención de consolar, a largo plazo generamos desconfianza.

5) Proporcionar esperanza, porque siempre hay algo que hacer. Mientras está vivo, el ser humano siempre puede evolucionar creando algo nuevo desde sí mismo, teniendo en cuenta las posibilidades reales.

6) Facilitar la expresión de la emoción. Drenar emociones; cuando éstas son vivencialmente
intensas es absolutamente necesario y terapéutico. Su represión conduce a la tensión y malestar emocional. La expresión en el clima adecuado, por el contrario, facilita la relajación.

7) Graduar la información negativa. La cantidad de estimulación negativa que un ser humano puede tolerar y la tensión que ella genera son limitadas, por tanto es conveniente que la información negativa en algunas ocasiones se gradué.

8) Personalizar. Es importante emitir mensajes del tipo a "mí" me importa cómo te sientas "tú". En la comunicación interpersonal, los mensajes normativos y abstractos suponen una barrera que dificulta el acercamiento.

9) Mensajes cortos, lenguaje asequible. Hay que intentar no saturar a la persona con argumentaciones complejas o términos técnicos.

10) Acompañar las "malas noticias" de recursos. Hablar de las dificultades conduce a entenderlas y buscar soluciones, pero es absolutamente necesario también hablar de las soluciones y de los recursos para alcanzarlas.

11) Reforzar. Las sensaciones positivas son necesarias. Para que se mantenga la adaptación psicológica es básica la existencia de un equilibrio entre la cantidad de estimulación positiva y la de estimulación nociva.

12) Sugerir. Hay que tener en cuenta que la imposición genera rechazo; además, ninguna persona está en posesión de la verdad sobre la vida de otro. Más aún, las imposiciones generan reactividad contraproducente para la interacción.

13) Comunicación no verbal. Es necesaria la congruencia de nuestros mensajes verbales con los no verbales. En situaciones ansiógenas nuestro cuerpo puede emplear lenguajes diferentes a nuestras palabras, por tanto hay que estar alerta e intentar ser congruentes entre los mensajes verbales y no verbales.