En la primera foto tenemos al público asistente, en la segunda la juramentación del rector Letelier Mass y en la tercera el discurso de orden de Monseñor Miguel Cabrejos.
Durante su mensaje, el Arzobispo, manifestó que la universidad no puede tener como único objetivo el saber, posee una vocación fundamentalmente educativa, que a través de la investigación desinteresada de la verdad, tiende a la formación armoniosa de la personalidad y en el orden intrínseco de los conocimientos”.
Además, dijo que la realización de ésta obra educativa, exige que la universidad sea una verdadera comunidad, donde los profesores y los alumnos puedan entablar eficaces y cualificar las relaciones interpersonales, al mismo tiempo que ésta comunidad debe empeñarse en incrementar la riqueza del saber de manera integral y concreta”.
Por último agradeció a las personas que siempre han apoyado a la UCT, como las autoridades civiles y académicas y algunas personas que con su especial apoyo han sido muy importantes como los caballeros de Ministerios de María.
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