Escrito por Walter Oyarce. Reseñado de: http://elimaginaria.blogspot.com/2013/01/no-todos-los-pagos-son-con-dinero.html
Los buenos consejos guardan su verdadero valor en su contenido, aun cuando los mensajeros no califiquen para darlos.
Yo, me llevo mucho de los dichos populares pues contienen mucha sabiduría, uno de esos dichos reza:
· Toda regla tiene su excepción, la misma que la confirma.
Yo creo que tengo una regla que es la excepción de muchas, la comento con cuatro casos vividos.
1.- Hace años le ofrecí mi amistad a una señora que se dedica al turismo, su empresa factura más de un millón de dólares al mes según ella misma me lo dijo, yo creyéndola mi amiga le daba consejos gratuitos de marketing y la apoyábamos con cámaras para grabar sus eventos, pues pienso que la amistad va más allá que el negocio (nosotros nos dedicamos a la publicidad), paradójicamente ella me decía:
· Walter, nunca regales nada, porque la gente no valora lo regalado.
Eso fue cierto, ella no valoró nuestra amistad (la que Berlin Group le brindó) y nos jugó mal en dos ocasiones, nos dejó con deudas impagas cerrando en dos ocasiones, las operaciones en el Perú de dos aerolíneas españolas. En el segundo cierre, el mismo día de mi cumpleaños me dio la noticia de que no podríamos cobrar nuestra importante deuda por las campañas de publicidad que le hicimos otorgándole la facilidad de que pague con canje, ese día ella me dijo:
· Eres libre de ir a los tribunales.
Ella confundió el hecho de brindarle nuestra amistad desinteresada con “debilidad”, asumiendo también que teníamos falta de coraje para defendernos. Nosotros tenemos fe en la justicia, porque la verdad esta de nuestra parte y por eso estoy seguro le demostraremos con la ley en la mano que:
· Portarse mal no es rentable.
Es terrible ese paradigma que ella pregona, de que: “solo se valora lo que te cuesta en dinero”.
2.- Hace poco tuve otro tema, dista de ser mal intencionado pero si encaja en el tema de la valoración de la amistad, resulta que estoy viajando mucho al interior en los últimos tres años, en esos viajes me preocupaba por evaluar la posición en el mercado de la marca de un amigo, su producto lo vende a nivel nacional, al solicitarme hace poco, que le presente una campaña de publicidad bajo parámetros que para nosotros son equivocados, vi la oportunidad de volcarle toda mi experiencia de modo gratuito. Esa mañana, al reunirnos después de esperarlo más de una hora (pues tuvo un imprevisto), le pedí me escuchara 15 minutos antes de que se inicien las preguntas, él me respondió:
· No tengo tiempo, muéstrame los spot que te he solicitado.
Nosotros nos retiramos, pues no valoró nuestro tiempo de espera y la voluntad de ayudarlo, hacer la campana como lo pedía no le iba a dar resultados, de haberlo hecho nosotros hubiéramos ganado dinero y él no, y eso no es aceptable entre amigos, antes de retirarnos le dijimos:
· No queremos robarte tu plata, hacer lo que tú pides sin estar convencidos de ello, sería hacerlo con el agravante de hacérselo a un amigo.
Nuestra amistad seguro tomará algún tiempo para superar ese inconveniente, pero nuestra colaboración profesional gratuita ya no va, pues no se valora.
Estos dos casos son una muestra de lo que nos ocurre en el campo profesional, les contaré dos más.
3.- A las pocas semanas del asesinato de mi hijo, un señor me buscaba con inusitada insistencia, al darle un tiempo, éste me dice estar muy interesado en organizar charlas contra la violencia, al preguntarme por el costo yo le dije:
· Estas charlas son gratuitas.
· Pero ¿de algo tiene usted que vivir y necesita de fondos para cubrir los gastos del proceso?
· Sí, pero estas charlas son gratuitas.
Al insistirme sobre el pago, él me dijo que me daría 2,000 dólares por cada una, me lo dijo en mi propia casa subestimando mi inteligencia, yo estoy seguro que me grababa, por la estructura de sus preguntas y la insistencia en el tema.
Yo tengo una foto de él que la guardo, por si es necesario decir:
· Yo ya se los había adelantado.
4.- Otro caso es el de una mujer muy conocida, pues tuvo su momento en la televisión peruana, ella también se averiguo mi teléfono y me contactó, insistía en reunirse con urgencia conmigo, fue tal la persistencia que una mañana nos reunimos en un Café de la avenida Primavera, allí ella me contó que trabajaba ayudando a niñas del Callao y que deseaba colabore con ella con algunas charlas, al comentarle que no cobraba nada por esas charlas, ella me dijo:
· Pero hay mucho dinero que puede llegar de afuera para esa ayuda y yo puedo ayudarlo a canalizarlo.
Al decirle que no lo haría de ese modo, quedamos en que el sábado siguiente daría una charla a sus niñas… ese día nunca llegó y la insistencia desapareció.
Lo que pasa es que yo veo otros sistemas de intercambio mucho más interesantes, algo que muchos amigos incluso no lo entienden cuando me comentan:
· ¿De qué vivirás en la vejez?
· De la satisfacción de haber dado algo de lo mucho que he recibido cuando pude hacerlo, en lugar de mortificarme con la duda de ¿quién se gastará el dinero que atesoré en la vida terrenal?, esa duda que es el sufrimiento de quienes han acumulado riquezas pensando que se la llevarán al otro mundo y tarde se dan cuenta que tendrán que dejarlo para ser consumidos por terceros.
Hoy tuve dos entrevistas sobre el mismo tema, eso me motivó a escribir esta nota, en uno de ellos cuando mencioné que la charla era gratuita, vi la cara de grata sorpresa, lo comprendieron, más aun cuando le hablé de que me siento obligado a manejarlo de ese modo por la cadena de bondad, esa que me ha permitido tener una defensa legal de calidad sin costo con el “Estudio Ugaz”, o un peritaje impecable de José Pablo Baraybar, sin que me cobre un centavo, ni hablar de las pruebas que la sociedad me ha aportado por internet sin costo alguno.
Muchos no comprenden que esa es la forma de pago de la que hablo, una forma de pago que hace que yo, siendo de recursos económicos limitados lleve una vida muy agradable, pues reuniones con amigos, actividad deportiva, afecto, trabajo y amor no me faltan, simplemente porque estoy dentro un círculo muy poderoso de amor y amistad, ésas que no se pueden comprar con dinero, pues las monedas no tienen valor en ese mercado.
En la segunda reunión pasó lo contrario, cuando dije:
· No hay forma de que reciba un sol por las charlas que doy contra la violencia, tan pronto lo dije se acabó la magia, el interlocutor perdió el interés.
Son varios miles los jóvenes que pueden dar fe de que los he visitado sin interés económico, por ello me sorprendió cuando en Chiclayo me preguntaron si estaba lucrando con la muerte de mi hijo, al aclararle el tema el periodista cerró el tema con el siguiente comentario:
· Me llegó ese dato, con muy mala intensión.
Comento esto porque es importante romper el paradigma de que la vida solo funciona con dinero, tenemos que aprender a valorar lo que nos brindan con amor de manera gratuita, gestos que muchas veces no valoramos, el mismo día de las dos entrevistas acudí a un velorio en el me contaban de un divorcio complicado, la esposa involucrada me dijo:
· Yo he aceptado la realidad, la que él quiere rehacer su vida con una mujer mucho más joven.
Entonces tercio su hijo:
· Pero ella no lo quiere como mi madre, ella ya logró que él venda su casa… lo dejará sin dinero.
No sé cuánto hay de verdad en esa historia, pero son conocidos casos similares, que confirman que para mucha gente:
· El único pago que conocen es el dinero, aun por el “amor” que reciben.
Pero en la vida hay muchas formas de pago adicionales al dinero, mucho más fuertes e interesantes, aquellas que todo lo hace más fácil, no requieres de contabilidad y no interviene la SUNAT, pues el amor no está gravado, ésta está exonerado de impuestos… al contrario tiene muchos incentivos adicionales.
Si quieren comprobar lo que digo, no tienen nada más que llamarme para invitarme a dar unas charlas y comprobarán que lo que digo es cierto, al respecto dos aclaraciones:
· Cuando es fuera de Lima, en los últimos meses me han apoyado con el traslado y alimentación, como lo hará Eric Acuna al llevarme al Cuzco dentro de algunas semanas.
· Otro tema son las capacitaciones profesionales para empresas, a las que me dedico desde antes del asesinato de mi hijo.
Muchos me han dicho que desconfíe de esas invitaciones materialistas, yo tengo mi teoría de porque lo hacen, intuyo las intensiones que llevan ocultas, ustedes ensayen sus propias teorías del porque lo hacen, pero igual invítenme, mi nextel es 818*3467, así ayudamos a los jóvenes y me renuevo de energía.
Un abrazo.
Walter
PD: Cuando había decidido que esta nota no salía, pues pensé que ya me había servido de catarsis personal y podía ser mal interpretada, leo en el facebook un comentario de Leon Trahtemberg, comentando sobre una canción inspiradora, ese comentario me hizo decidir compartir la nota y les resumo parte del comentario que me llegó al corazón:
Con la canción “My Way” se puede hacer un lindo trabajo de tutoría con los jóvenes… da para mucho.
La canción habla de un hombre de avanzada edad, que mira satisfecho el acontecer de su vida… es un hombre que no depende de otros para progresar, que hace lo que siente y dice lo que piensa, que no se atemoriza con los desafíos que la vida le ha presentado y que, cuando estos parecieron superarlo, ha sabido resolverlos… a su manera.
Al final de su vida está feliz de cómo vivió.
No perdamos la oportunidad de vivir a nuestra manera y sin hacer daño a terceros, a esto sólo debo agregar que no es una canción para viejos, sin duda mi hijo la canta en el cielo, no olvido que murió defendiendo a dos mujeres en el palco 132.
Disfrútenla cantada por Elvis Presley